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Sexismo siempre presente.

Sexismo siempre presente.

Feminismo, corriente de pensamiento cuyo objetivo principal es conseguir la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en los ámbitos político, social y económico. Los derechos que reivindica han variado con el paso del tiempo y con la consecución de algunos logros. Históricamente, el feminismo ha demandado el control de la propiedad privada, el derecho al sufragio o voto libre, la libertad sexual y la igualdad de oportunidades en la educación y el trabajo.

El feminismo niega la premisa de la superioridad del hombre sobre la mujer tanto en el ámbito profesional como en el personal, afirmando que esa idea surge de una amplia gama de estereotipos y creencias que sustentan la dominación masculina y están fuertemente arraigados en la estructura social; no surgen, por tanto, de una verdadera superioridad física o intelectual. El nacimiento y desarrollo del feminismo ha logrado que la sociedad tome conciencia de la situación de discriminación en que vivía la mujer y tome medidas como la modificación y creación de nuevas leyes (códigos civiles y penales que no subordinen sus derechos), la equiparación económica (recibir el mismo salario que un hombre con un puesto de trabajo idéntico) y laboral (acceder a las áreas de decisión).

Sus reivindicaciones, como se ha dicho, han cambiado con el tiempo. Uno de los principales y primeros logros fue la obtención del voto femenino, por el que luchó el movimiento sufragista, nacido en Gran Bretaña. Hoy aún existen desafíos importantes, como leyes de divorcio y de aborto en los países que aún no cuentan con normas al respecto; la igualdad de salarios y de oportunidades de ascenso en el trabajo; y la no discriminación por razones de sexo. Estos requerimientos desembocaron en la aparición, en la década de 1980, de políticas de discriminación positiva, que establecen cupos para las mujeres en todos los planos de la vida social, destinadas a corregir en la práctica la tradicional discriminación de la mujer. De otro lado, el discurso feminista, al desarrollar una crítica global a la sociedad patriarcal, defiende nuevos valores asociados a la feminidad para plantear un cambio sustantivo en las formas de organización y relación social.

El machismo es el conjunto de actitudes y prácticas sexistas del sexo masculino sobre el femenino.

El machismo engloba el conjunto de actitudes, conductas, prácticas sociales y creencias destinadas a justificar y promover el mantenimiento de actitudes discriminatorias contra las mujeres y contra hombres cuyo comportamiento no es adecuadamente "masculino" a los ojos de la persona machista.

Tradicionalmente el machismo ha estado asociado a la jerarquización y subordinación de los roles familiares en favor de la mayor comodidad y bienestar de los hombres. En ese sentido, se considera que es machista asignar el trabajo más reconocido o menos fatigoso para los hombres sin un criterio ecuánime ni justificado. También es parte del machismo el uso de cualquier tipo de violencia contra las mujeres con el fin de mantener un control emocional o jerárquico sobre ellas. De hecho, el machismo es considerado como una forma de coacción no necesariamente física, sino psicológica, siendo esta forma de expresión protectora una discriminación, ya que se ven subestimadas las capacidades de las mujeres alegando una mayor debilidad. El machismo, asimismo, castiga cualquier comportamiento femenino en los varones, lo que es la base de la homofobia.

Patriarcado, forma de organización social en la que el varón ejerce la autoridad en todos los ámbitos, asegurándose la transmisión del poder y la herencia por línea masculina.

Al parecer, la sociedad en sus inicios se rigió por el sistema de matriarcado, situación inversa en la que la mujer es cabeza de familia y transmisora del parentesco. La aparición de la agricultura y la propiedad privada originaron formas sociales más complejas, en las que la actividad económica de subsistencia dependía en su totalidad del varón.

La organización patriarcal se caracteriza fundamentalmente por la existencia de familias numerosas, normalmente basadas en la poligamia, dirigidas por el varón de más edad; la posición secundaria y subordinada de la mujer; la transmisión por línea masculina de bienes materiales y privilegios sociales, o el patrilinaje.

 

 

Matriarcado, en antropología, sistema político en el que la mujer es dominante sobre el hombre. Es sinónimo de ginecocracia.

El término matriarcado engloba a otros que pueden ser considerados etapas anteriores y parciales —aunque no imprescindibles— a la situación política global así definida. Los dos pasos más definitorios son: residencia matrilocal y descendencia matrilineal (matrilinaje). Otros pasos coadyuvantes son la matrifocalidad y la poliandria, generalmente fraternal.

Hasta la publicación de El matriarcado (1861), obra del filósofo suizo Johann Jakob Bachofen, se creía que el patriarcado era un sistema político familiar intrínseco a la humanidad. Desde ese momento comenzaron a estudiarse etnográficamente los innumerables casos de pueblos en los que encontramos este tipo de sistema político. Los wayúu/guajiros y los mapuche/araucanos son sus más notorios ejemplos en América Latina.

 

 

 

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